The dost of the stones
The wind of the winter
The kisses of you

Momentos inoportunos

Siempre tuve la habilidad para estar en los momentos inoportunos, indebidamente oportunos para los demás. Es en esos momentos cuando desapareces, cuando te conviertes en un objeto de la casa más, un mueble o un utensilio, quizá un pañuelo al que recurrir para lo meramente necesario y luego poder guardar, lavar, y volver a usar en un futuro, cuando no desechar.

Yo estaba ahí. Entre los dos. Había bebida típicamente navideña, las ondas que pululaban por la estancia eran de american songs, y ellos no pululaban, sólo lo hacían sus miradas.

Aparte de por las canciones indie-folk, cuando el silencio invadió la sala, sólo fue interrumpido por mis continuos tosidos que resquebrajaban una garganta sobre utilizada, y enturbiaban más aún una cabeza que no paraba de voltear por la sobriedad innata y ante los acontecimientos que transcurrían. Recuerdo también que hubo un instante en el que me marché al baño, entonces la música se aflojó, y comenzaron a musitar y bisbisear. Puede que se tocasen las manos, e incluso que aflorase algún jodido gesto amoroso más, pero lo que es seguro es que ella sonrió, y que intercambiaron palabras, marcadas por su análogo dominio del lenguaje, y que cada vez iban aproximando más su vínculo potenciado esa noche, que no de una forma clara con anterioridad.. Transcurridas tres cuartas partes de la noche, cuando el alba empezaba a vislumbrarse y ya apenas bebían, pasé a ser el encargado de poner música en el ordenador. En ese instante se marcharon a la cocina, allí, en ese habitáculo níveo, es donde aminoraron el volumen de sus voces y donde sólo ellos saben lo que se dijeron, y unos pocos más, lo que intercambiaron. Allí es cuando puede que la verborrea de él encatusase a la personificación de lo admirable, y donde sucumbiese a un carácter selectivamente empático marcado por las equivocaciones perdonables del ser humano racional. Pero él promueve e incita la irracionalidad y ella curiosea esporádicamente con la misma. Ahora ambos camuflan sus caracteres admirablemente juveniles entre frases, citas, y canciones innecesarias en un clima inventado de madurez, a la espera de un nuevo encuentro aún por determinar.

Pasados estériles

Cuando hay pasados estériles no se descartan presentes febriles.

Cuando hay mundos avaros no son estrechadas las manos.

Cuando se acentúa la complejidad no hay apenas hueco para la sinceridad.

Cuando se aglutina el rencor cesa, inconsciente, el ritmo del corazón.

Crespones negros

Crespones negros por el dolor.

Cuando el sufrimiento es tan terrible que torna en insoportable, ni los más sinceros abrazos, ni los más humildes duelos, se equiparan a la agonía que va por dentro.

Crespones negros sinónimos de dolor, crespones negros por el recuerdo, la vida y el valor.

Niño sin piernas

Que el niño sin piernas, este texto lea:

Llegamos con calefactores, mantas, abrazos y achuchones,

un clima gélido a enfrentar con un par de ...

"Nos quedamos un ratito", dijimos precavidos, pero la noche es joven:

el vino es atrevido, así que ¡que corra el sin sentido!

Con puntualidad torrejonera,

llegaron otros señores de gran verborrea,

acompañados de un pequeño amigo que poco a poco entra en razones,

a pesar de zapatillas de hoteles ‘superiores’ mordidas en los rincones

que compensa más tarde a base de lametones.

Aprendimos a avivar ascuas y colocar leña:

"arrejúntate que ahí está la chimenea"

En busca de madera nos fuimos a lo 'Frank en la jungla",

y la conseguimos, pero sin esas zapatillas (que no quede duda).

Sin útiles mapas, pero con esperanzas,

llegamos al pueblo y oímos el "ya sus esperaba",

A nueve céntimos el kilo,

A cargar se ha dicho,

Pero antes un respiro,

Junto a un caballo no bravío.

Vueltas y más vueltas,

Apresurarse por si nieva,

Pero algo nos intercepta:

a contar ovejas.

Avivan el fuego con un ¡yiiija!

Mientras gimen o migen

En una cocina muy prolija.

Nachos con salsa aditiva,

Pan y aceite de oliva,

Ensalda césar de maravilla.

Sabrosos macarrones, grandes tortillas

Y en general nos quedamos

con ganas de tortitas.

Chuletones, panceta, chorizo,

lomo, alitas, pan rico,

sangría, qué vicio,

y entre medias unas cervezas,

para celebrar San Patricio.

Unas cartas, risas y mantones,

latas, golpes y resbalones.

Reparto de habitaciones, un poco según dispones,

unos acá, otros allá,

cogimos sacos y almohadones.

Falete, o tal vez Homer,

la niña artística que no duerme,

y sin ducha hasta las once,

La paciencia es la madre de la ciencia,

¿el agua caliente?

pura coincidencia.

El pueblo nunca duerme,

Engaños y traiciones

Acusa y disimula

Actúa sin vacilaciones.

Coge carta e interpreta

Películas X sin vejaciones,

Échale mucha jeta

Y demuestra tus condiciones

Piñata, chuches y ¡zapatillas!

Unas adidas, las mejores deportivas.

Incomunicados, llámamos a Fernando,

queríamos saber que había pasado,

a Luismi no le molestamos,

pues su mente estaba en el teatro.

La aspiradora de los teletubbies,

nacho vidal, el papa,

espalding y trainspotting.

Un paseo por los callejones

y un sin fín de canciones.

Niños sin piernas, hermanas streapers mancas,

Grandes corazones, muchas emociones.

Gracias por todo señores!

Súbita melancolía

La melancolía es un aliciente en la vida.
Sin ella no podríamos sufrir ni desgarrarnos las entrañas
ni reírnos más tarde al comprobar que nada se acaba.

A veces es inspiración, otras desesperación,
fortaleza ausente, añoranza adquirida,
una huida no producida, desazón, una fuga del corazón,

Brotes celestes

El año ha empezado con buenas noticias económicas. Republicanos y demócratas estadounidenses acordaron un plan para evitar el llamado 'abismo fiscal', aunque tendrán que volver a sentarse para negociar el ajuste de gasto buscado por los 'Rommneys' frente al aumento de ingresos defendidos por los 'Obamas'. Pero lo que a nosotros nos concierne es España. Con el 'España Style' de Nochevieja y las proclamas esperanzadoras lanzadas desde la Puerta del Sol en Nochevieja por Anne Igartiguru e Imanol Arias, el odiado años por los supersticiosos ha comenzado con brotes celestes. Con el pacto fiscal la bolsa subió más de un 3% y la prima de riesgo ha caído por debajo de los 360 puntos. Sin embargo hoy todo el mundo se ha despertado con el principal deseo para el 2013: baja el paro. En concreto, en más de 59.000 personas en el pasado mes de diciembre, "el mejor dato de toda la tabla histórica", destacan desde el Ministerio de Empleo y Seguridad Social.
El Gobierno esperaba cerrar el año con 600.000 desempleados más, con el drama de 600.000 españoles más sin trabajo. El 2012 ha terminado finalmente con 440.000.

Brotes celestes para un presente ennegrecido que transcurre hacia un futuro decolorido.