Hoy han tenido lugar numerosas concentraciones y manifestaciones en más de 26 provincias españolas contra los recortes en educación. Cierto es que la inversión en materia educativa durante el último año ha visto menguarse en bastantes comunidades autónomas. La líder, País Vasco, a la cola, Madrid, superada eso sí por Andalucía. Las protestas estudiantiles acontecidas durante la semana pasada en Valencia a raíz de las "chiquilladas" del I.E.S. Lluís Vives que derivaron en un supuesto exceso policial con cargas y agresiones incluidas (obviando en muchos lugares las agresiones, provocaciones y actuaciones indebidas de los autores de aquellos justos lemas estudiantiles), han contribuido a, más que reanimar, revivir el espíritu reivindicador propio de los jóvenes que durante los últimos meses había quedado enterrado y soslayado por otros asuntos, con predominio del económico, claro.
Así, hoy Andalucía debería ser la comunidad con más presencia en las calles si se tienen en cuenta los datos meramente objetivos del ejercicio presupuestario en materia educativa del año anterior.
De no oír hoy "quejidos entre lunares" quedaría patente un claro interés político en toda la protesta a escala nacional preparada para hoy.
De ser así, no se podría refutar la parcial convicción de que cuando la calle sustituye a los votos, encontramos la muy dudosa convicción democrática de una buena parte de las izquierdas españolas.
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