Diez años
Hoy se cumple el décimo aniversario del día del horror, del día de la oscuridad y la incertidumbre, el miedo, el pánico, la frustración, la derrota y la increíble justicia para algunos.
Hoy hace 10 años que las míticas torres del "World Trade Center" de la ciudad de los rascacielos, Nueva York, fueron atacadas cual paleta reparte una tartea. Dos mosquitos dirigidos inconscientemente penetraron en las majestuosas gemelas de la gran manzana. Aquel día cada uno se enteró de la noticia de diferente forma y a través de muy diversos medios, pero sin duda alguna el mayor de los atroces, como de costumbre suele ser, fue la televisión. La más lista y nada tonta de las cajas retransmitió en directo el horror, la masacre, la vergüenza de la humanidad. Millones de televidentes presenciaron en directo a través de las pantallas el culmen de la ausencia de raciocinio, vieron como se caían del altar las dos niñas bonitas del dueño del mundo. El desconcierto fue general, pero los bustos parlantes tuvieron que ser parlantes más que nunca, programas en directo, maratonianas jornadas analizando e intentando averiguar el germen de tan terrible barbarie. El origen se encontró en seguida, viejas rencillas islamistas de los Estados Unidos salieron a la luz. Otros ataques se repetían por el país, el Pentágono, y otros se evitaron, gracias a las fuerzas de la nación, pero lo que no se pudo evitar fueron las imborrables imágenes que millones de personas presenciaron, y las más de 3.000 almas que quedaron sepultadas bajo las vigas de las dos negras hermanas. HOy, transcurridos diez años con homenajes, diseminando lo ocurrido y con el recuerdo perdurable de aquella gris polvo jornada, todos recordamos a aquellos padres, hijos, hermanos y trabajadores que perecieron como consecuencia de las divergencias insuperables entre los humanos, como consecuencia de la cima del “iraciocinio humano”.
R.I.P.
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