jueves, 14 de noviembre de 2013

Momentos inoportunos

Siempre tuve la habilidad para estar en los momentos inoportunos, indebidamente oportunos para los demás. Es en esos momentos cuando desapareces, cuando te conviertes en un objeto de la casa más, un mueble o un utensilio, quizá un pañuelo al que recurrir para lo meramente necesario y luego poder guardar, lavar, y volver a usar en un futuro, cuando no desechar.
Yo estaba ahí. Entre los dos. Había bebida típicamente navideña, las ondas que pululaban por la estancia eran de american songs, y ellos no pululaban, sólo lo hacían sus miradas.

Aparte de por las canciones indie-folk, cuando el silencio invadió la sala, sólo fue interrumpido por mis continuos tosidos que resquebrajaban una garganta sobre utilizada, y enturbiaban más aún una cabeza que no paraba de voltear por la sobriedad innata y ante los acontecimientos que transcurrían. Recuerdo también que hubo un instante en el que me marché al baño, entonces la música se aflojó, y comenzaron a musitar y bisbisear. Puede que se tocasen las manos, e incluso que aflorase algún jodido gesto amoroso más, pero lo que es seguro es que ella sonrió, y que intercambiaron palabras, marcadas por su análogo dominio del lenguaje, y que cada vez iban aproximando más su vínculo potenciado esa noche, que no de una forma clara con anterioridad.. Transcurridas tres cuartas partes de la noche, cuando el alba empezaba a vislumbrarse y ya apenas bebían, pasé a ser el encargado de poner música en el ordenador. En ese instante se marcharon a la cocina, allí, en ese habitáculo níveo, es donde aminoraron el volumen de sus voces y donde sólo ellos saben lo que se dijeron, y unos pocos más, lo que intercambiaron. Allí es cuando puede que la verborrea de él encatusase a la personificación de lo admirable, y donde sucumbiese a un carácter selectivamente empático marcado por las equivocaciones perdonables del ser humano racional. Pero él promueve e incita la irracionalidad y ella curiosea esporádicamente con la misma. Ahora ambos camuflan sus caracteres admirablemente juveniles entre frases, citas, y canciones innecesarias en un clima inventado de madurez, a la espera de un nuevo encuentro aún por determinar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario